En Misantla como en muchos lugares del país, era común observar en algunos comercios, personas de la tercera edad que prestaban sus servicios como “empacadores” pero la pandemia que se nos atravesó, provocó que ya no asistieran a dichos centros comerciales para resguardarlos de la enfermedad, por lo tanto dejaron de percibir algún ingreso.
Hasta ahí la medida era saludable, entendible pero no para dichas personas de la tercera edad, muchos de ellos era pieza fundamental para la manutención de su familias cuando la lógica nos indicaba que eran personas que dada sus edad, muchos de ellos ya habían entregado su vida al trabajo, se supone que merecían un descanso, se pensaba que únicamente trabajaban para obtener algún ingreso y mejorar su calidad de vida.
Sin embargo la realidad es otra, esas personas en muchos casos eran el sustento de sus familias, debemos aclarar que dichas personas no obtenían un sueldo de los comercios donde prestaban sus servicios sino que se mantenían de las monedas que generosamente los clientes les otorgaban.
Debido a la pandemia del Covid-19 se les retiró por ser un sector vulnerable, entendible, hoy en muchos lugares del país y ante la presión económica que viven, están pidiendo al gobierno, sean integrados nuevamente a ese trabajo pese a los riesgos y a la contingencia que vivimos, un caso como los muchos que hemos visto de innumerables trabajadores que se han visto afectados por la pandemia y que requieren de obtener algún ingreso para subsistir.
El tema de los “empacadores” es doloroso, ver como gente que dedicó parte de su vida a construir esta nación, se ven en la imperiosa necesidad de laborar para obtener algún ingreso y sobrevivir.
Son casos derivados de la actual situación por la que atravesamos.
Se entiende su grave situación.
Foto: Crédito a quien corresponda
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