Alfonso Meza y Carmona.
Ya se iniciaron las clases presenciales después de casi año y medio de que debido a la pandemia del Covid-19, las escuelas permanecieron cerradas, muchas de ellas prácticamente abandonadas, el tema del regreso ha polarizado a la sociedad una vez más ya que un sector dicen si a la reapertura de las escuelas y exponen sus razones donde el peso es que los niños acuden con sus familiares a fiestas, plazas públicas etc. con el posible contagio otro tanto se oponen y dicen que no es el momento para reiniciar clases y aducen aquella desafortunada declaración oficial en el estado de Veracruz de que se regresaría a las aulas cuando hubiese tres semanas consecutivas de color verde según el semáforo epidemiológico, el caso es que las aulas nuevamente reciben a sus estudiantes, un tema muy complicado.
Sin embargo la opinión presidencial de reanudar las clases presenciales pesó más en el ánimo del gobernador quien de inmediato hizo suyas las propuestas vertidas desde Palacio Nacional, no había de otra donde se argumentaron grandes verdades acerca de la educación en México, del estado emocional de nuestros alumnos pero un amplio sector se opuso a la medida ya que consideraron que debido al alto índice de contagio del Covid-19, no era el momento oportuno para regresar a las aulas.
Ahí estamos prácticamente atorados, donde la decisión finalmente la tomaron los padres de familia una situación difícil le espera a los padres ya que muchos consideran que se pone en riesgo la salud de sus vástagos, ante eso es menester tomar todas las precauciones posibles tal y como lo están haciendo en miles de escuelas.
Mucho se ha hablado del tema, vertidos cientos de miles de opiniones en los medios y redes sociales, un tema muy espinoso donde está de por medio la salud de los estudiantes, una realidad es que a las escuelas no asistirán todos los alumnos.
Finalmente el que los alumnos asistan a la escuela es un riesgo que se debe tomar, se está tomando de hecho, mostremos empatía para este sector, los maestros están cumpliendo con un deber pese a los críticos momentos que vivimos, lo menos que podemos es descalificar su trabajo y si apoyarlos en bien de la educción de nuestros hijos.
Usted como padre de familia tiene la mejor opinión.
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