- Existe un campo deprimido, abandonado.
- Urge apoyarlo en serio.
Desde tiempos inmemorables el campo ha sido una parte fundamental para la vida, en la revolución mexicana el campo mexicano fue columna vertebral para dicho movimiento armado, desafortunadamente muchas cosas siguen igual, los campesinos han sido actores de muchas reformas pero lo cierto es que en la actualidad vemos un campo abandonado, sin alicientes, donde los apoyos no llegan o bien son insuficientes para reactivarlo, muchos recursos se fueron quedando en manos extrañas.
Pese a lo que se diga, vemos como cada día el campo mexicano está abandonado derivado de las malas condiciones de vida, los bajos salarios y de una juventud que no le ve ningún progreso ni aliciente siendo que el campo es quien nos brinda los alimentos que nos sustentan, pensemos que pasará el día en que no tengamos en la mesa los productos necesarios para la vida, vemos así un campo mexicano sin un verdadero impulso a su desarrollo, la importación de alimentos ha sido privilegiado, la soberanía alimenticia que tanto se ha pregonado está en peligro.
Decíamos que los jóvenes prefieren otro tipo de actividades más redituables, donde se vean compensados y abandonan el campo de cultivo donde vemos con pesar que las técnicas modernas de cultivo no llegan al campo mexicano, seguimos en gran parte practicando la siembra como en antaño, monocultivos, sin mucha diversificación, en donde las personas mayores tratan de sacarle a la bendita tierra los productos necesarios para la vida, este fenómeno ya nos está alcanzando, lo vemos en los productos caros en el mercado sin embargo todavía los obtenemos.
Conocemos campesinos que con sus manos hacen producir la tierra, sencillamente nos preguntamos qué pasará el día de mañana cuando esos terrenos queden ociosos, nos parece que es el tiempo, siempre lo ha sido pero debe serlo más en estos tiempos difíciles, jamás se debe abandonarlo, al contario se debe apoyar las actividades del agro en cualquiera de sus variantes, finalmente de ello dependemos, nadie se podrá comer su dinero para subsistir, una reflexión que debemos de hacernos.
Los campesinos son un eslabón vital en nuestra supervivencia, se deben apoyar y que dejen de ser carne de cañón y sean utilizados por muchos políticos, la gente del campo ha resentido la falta de apoyos, se requiere de un mayor presupuesto pero que sobretodo llegue al campo, una mayor sustentabilidad, competitividad y desde luego beneficios, muchos beneficios al campo.
Ahora o nunca, el campo mexicano lanza un ¡SOS¡
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