En nuestra manera de comunicarnos en muchas ocasiones utilizamos la manera coloquial ya que es la mejor forma de que mucha gente nos entienda y que nos hace favor de leernos. Es claro que el pueblo en su percepción entiende muchas cosas que suceden en las alturas, en la cúpula del poder, como dijeran por ahí, ser pobre, modesto, pertenecer al pueblo no impide que conozcamos una realidad inocultable.
Dos hechos palpables sucedieron en México en los últimos días, uno de ellos fue la reclusión física de Emilio Lozoya Austin ex titular de PEMEX en el sexenio de Enrique Peña Nieto, metido en serios problemas y la renuncia con sabor a destitución del zar de la anticorrupción de la 4T Santiago Nieto Castillo, titular de la poderosa Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y mucho antes la detención y encarcelamiento de la otrora mujer izquierdista Rosario Robles Berlanga, asunto de otro costal.
El primer caso llamó poderosamente la atención cuando surgió aquella famosa foto de Lozoya, comiendo en un lujoso comedero de la CDMX cuando se supone tenía restricción de movilidad y que prácticamente “calentó” a las esferas de poder del gobierno federal, en consecuencia el caso Lozoya Austin se revisó a fondo y se determinó prisión preventiva aduciendo que tenía los recursos para huir, un caso muy importante para la credibilidad de la 4T, en ese asunto espinoso hay muchas dudas pero que al pueblo gustó bien dicha acción en su confinamiento.
El caso de Santiago Nieto Castillo, un poderoso funcionario cuyos orígenes se remontan al anterior régimen, por ello es casi imposible quitarse el saco del poderío y ponerse el de la austeridad de ahí que su boda, un evento estrictamente privado, muy personal, trascendió a la opinión pública y que finalmente lo llevó a su tumba política, temas como el de Santiago Nieta abundan en el medio político, que en muchas ocasiones no se publique es otra cosa.
Es obvio pensar que Santiago Nieto previó las consecuencias, quizá para él no es sorpresiva, no se puede actuar de alguna manera cuando tus genes te dicen lo contrario, Nieto ya arrastraba problemas con el gabinete donde algunos personajes no lo veían bien, su llegada a la 4T fue meramente circunstancial y de su preparación nada se puede objetar, lo ciertos es que hoy su reputación está en entredicho, el entramado de esta historia es muy complejo, con muchas variantes y es que como lo hemos manifestado, en política no hay casualidades, esperemos que los movimientos en las alturas, sean en beneficio de todos.
La caída de Santiago Nieto nos deja una gran lección muchas veces repetida en la historia de México y es que no se puede ir contra el jefe, mucho menos con sus ideales, lo sucedido con el ex titular de la UIF debe servir como una enseñanza invaluable, el tiempo nos dirá la verdad de lo acontecido, el Presidente es uno de los conocedores del caso, quizá algún día diga su verdad.
Los dos tema, el de Lozoya y el de Santiago, deben ser reflejo de lo que es hoy el gobierno, el que tenga ojos que vea, el que tenga oídos, que escuche.
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