Cuando algo pasa en tu casa, ya sea un percance, un desaguisado o un desperfecto, siempre habrá un culpable, que puede ser el mismo jefe de casa o algún miembro de la familia.

Eso es lo que pasó en la CDMX guardando las debidas proporciones  con la caída del tren del METRO en la línea 12, desde luego que vendrán las investigaciones para resultar culpable algún miembro de la empresa que realizó la obra por no haber realizado bien su trabajo-recuerdo el helicopterazo en Puebla-  pero nunca algún alto funcionario.

Recordemos que el METRO es un transporte popular en la CDMX, usado por millones de personas, se tendría que haber tomado precauciones y un debido mantenimiento, estaban en juego la vida de millones de seres humanos.

El tiempo que todo lo borra, será un aliado de los responsables, sea quien sea para después salirnos que el peritaje arroja  alguna falla estructural o de mantenimiento.

El castigo debe ser ejemplar, no importa el color del o los responsables, sólo así aprenderemos  a respetar la vida humana.

¿ Hasta cuándo ?

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