Un episodio que reflejó el México violento, la censura y el sometimiento de la prensa oficial en un país dominado por el poder presidencial y de los gobernantes en turno.

Esa madrugada del 30 de junio de 2014 fueron ejecutados por  miembros del Ejército Mexicano al menos 15 personas encontradas en una bodega en el estado de México, en el municipio   de Tlatlaya, concretamente en el  poblado de Cuadrilla Nueva, una escena donde la alteración fue evidente, en dicho lugar se hicieron presentes efectivos del Ejército Nacional quienes rodearon la mencionada bodega y exigieron a los hombres, se rindieran, se supo que en dicha bodega tenían secuestradas a personas, esa fue la justificación.

Desde adentro los hombres gritaron, diciendo que se rendían, que respetaran sus vidas, los hicieron salir y afuera les dispararon, una mujer testigo de los hechos dijo haber escuchado a un militar decir:

“Los que estén vivos o heridos vuélvanles  a disparar”.

Así operaba el sistema de justicia en épocas de Peña Nieto, época en que las voces periodísticas  más críticas fueron las de Carmen Aristegui y Pedro Ferriz de Con entre otros periodistas y es que el presidencialismo ha causado un daño severo a la libertad de expresión, sistema  al que   no les ha gustado la crítica, el señalamiento, le apuestan a la sumisión, ala corrupción,  al sí señor, esto ha cambiado?

La prensa no se debe ver como un instrumento para consolidar el poder, debe ser un contrapeso, siempre debe existir una prensa   libre y crítica.

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