Es claro que el asunto de las vacunas no serán la panacea del todo para resolver un asunto de salud tan delicado como el que estamos padeciendo el tema tiene más que ver con la responsabilidad de cada persona, de sus costumbres, de su muy particular manera de ver la vida, ser muy responsable y atender las llamadas para prevenir un contagio que nadie quiere y que consisten en observar las medidas preventivas como usar la mascarilla, el gel, guardar la sana distancia y todo aquel que pueda, permanecer en casa lo más posible, lo haga.
Vivimos días muy difíciles, días en que pareciera que el fallecimiento de personas muy allegadas a nosotros nos golpea severamente pero que de manera mágica olvidamos en unos días cuando debería ser un llamado a la responsabilidad, a cuidarnos para así cuidar a los demás, algo muy importante en nuestro diario existir.
En Misantla como en muchos lugares, la pandemia nos ha golpeado, cada persona lo vive de manera diferente, personas que están sufriendo por una mal que nunca pedimos pero que llegó. Intentamos hacer una profunda reflexión de nuestro paso por esta vida que sólo es un instante en el universo, la vida es única, irrepetible, un don sumamente preciado que debemos aquilatar, hoy que usted la tiene, valórela, aún con todas la vicisitudes que nos presenta, con todos nuestros errores, nuestras limitaciones por ello le hacemos un llamado a su responsabilidad para que sea parte de la solución y detener esta pandemia.
Dejemos de lado los señalamientos, que si la culpa la tiene el gobierno, que si el mal es producido por mentes maquiavélicas que intentan adueñarse del mundo y una serie más de cuestionamientos que hemos escuchado, lo real es lo que tenemos la pandemia enfrente, ahí está, por lo tanto a ello debemos enfocar nuestros esfuerzos.
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