La Congregación de Plan de la Vieja, conurbada con la ciudad de Misantla, curiosamente es una comunidad que cuenta con su propia autoridad- Agente Municipal- pero que en la práctica es considerada parte de la ciudad, bien podría ser una Colonia más, sin embargo no lo es, cuenta prácticamente con todos los servicios, su calle principal bien pavimentada, agua entubada, drenaje, su capilla, escuelas, comercios, panteón, salón social, campo de futbol, magnificas construcciones, en fin, todos los servicios confortables de la vida moderna, ahí se intentó construir hace años el fallido Hospital General que daría servicio a toda la región y por ese rumbo se conecta con el Instituto Tecnológico Superior de Misantla que en próximas años seguramente estará integrado a dicha comunidad cuando se pavimente su acceso por dicha Congregación.
En antaño la gente que ahí habitaba, se conocía perfectamente, apellidos como los Borjas, Meza, Hernández, Ruiz, Romero, Franzúa, Aparicio, Fuertes, Castillo etc. y muchos más eran comunes, lo siguen siendo, claro con la sangre nueva que ha ido habitando ese pintoresco lugar que al paso de los años ha ido creciendo, cambiando de manera radical.
Hoy el movimiento es incesante, vemos por todos lados vehículos, motocicletas, mucha gente dedicada a sus labores personas de las cuales muchas ya no conocemos, aquellos aires nostálgicos que la modernidad ha ido imponiendo se han perdido para siempre.
Lo constatamos cuando nos comentan de algún suceso que los hay constantemente pero no logramos identificar a los personajes es cuando recuerdo la plática de mis señor padre, oriundo de esa Congregación, – yo los soy- cuando me pregunta de tal o cual personaje pero le explico que aquellos años en que él vivió, han cambiado para siempre, ya no conocemos a mucha gente pero tengo bien presente que ahí están nuestras raíces y no me extraña que cuando mi padre viene a visitarme, me pide que lo lleve a dicho lugar para recordar su vida de antaño con su calle pedregosa y lodosa , la tienda de don Lencho, su campo, la casa de la familia Rodríguez, su pintoresca gente como “Leobo” que era toda una estrella del fut-bol o bien cuando en pláticas me pregunta sobre temas de dicha comunidad, de su gente y su hábitat actual.
Claro que el Plan ha cambiado pero todavía encontramos hermosos lugares y casas donde la naturaleza ha sido prodiga como la vivienda de nuestra parienta Glafira Meza “Fira” que se encuentra rodeada de una vegetación impresionante en cuyo patio encontramos arboles de guanabana, aguacate, naranjas, limoneros, duraznos, cocuites, chalahuites, matas de plátano, guías de chayote, chiltepines, papatas tan apreciadas en Misantla.
Matas de calabaza melón, albahacar, sauco, epazote, yerbabuena, romero, cilantro cimarrón, orégano etc. y un sinnúmero de plantas ornamentales como rosas, adelfas, helechos, pintillos, gardeniones, hortensias, ninfas, ixoras, cuna de Moíses y una gran variedad de flores que deleitan la vista de los visitantes.
Todavía podemos encontrar en Plan de la Vieja comunidad misanteca a la que algún día quisieron cambiar el nombre como Plan de la Victoria sin resultados, la gente fiel a su costumbre le sigue llamando por su nombre original, ahí todavía encontramos casas en cuyos patios, la vegetación es exuberante, donde la gente tiene por costumbre seguir cultivándolas las plantas que utiliza en su vida diaria. En esa comunidad misanteca todavía se respira historia, tradición, cultura popular y una calma que el ruido incesante de un automotor rompe, así es el pago del progreso
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