Alfonso Meza y Carmona..
Misantla al igual que otras ciudades, en estas fechas recibía cientos de visitantes, sus calles se observaban pletóricas de paisanos que aprovechaban el periodo vacacional, mucha gente nos visitaba, sus centros recreativos, llenos de gente, hoy el movimiento era usual, actualmente la situación es diferente.
Quienes vivimos en este girón veracruzano, estamos ante un panorama nunca visto, la pandemia del Covid-19 nos alcanzó, en la población reina la incertidumbre por lo que está sucediendo, vemos con pena y tristeza como la economía local sufre un serio quebranto, cientos de personas atraviesan por una situación extrema, comerciantes, vendedores informales, boleros, taxistas, hoteleros, etc. que propician una larga cadena de penurias a la sociedad.
Lo que se avizoraba como una buena temporada se vino abajo, hoy existen otras prioridades como es cuidar nuestra vida, la de nuestras familias y amigos.
Esta generación es testigo de una crisis como nunca pensamos que afrontaríamos pero aquí está para recordarnos la fragilidad humana que a pesar de los grandes avances tecnológicos y científicos nos recuerda que nada somos y que a pesar de contar con muchos elementos, ahí están, carros, propiedades, ropa, joyas que ante lo presente de nada nos sirven, lo importante es la vida, hay que valorarla.
Tiempo de recordarnos que debe existir la empatía hacia nuestros semejantes, aquellos que no tienen la fortuna y seguridad que muchos poseemos.
Creemos que lo que estamos viviendo, es la mayor crisis que hemos enfrentado, no recordamos algo parecido, lo que sabemos de la “gran depresión de 1929” provocó una grave recesión y la Segunda Guerra Mundial fueron grandes acontecimientos que cimbraron al mundo, pero esto es totalmente diferente, puso en jaque a la humanidad y curiosamente no lo provocó una guerra sino un virus muy letal que quizá fue provocado por el hombre, un terreno al que no queremos entrar.
Deseamos, anhelamos fervientemente que esta crisis pronto pase, que los daños sean los menos y que la gran lección perdure para siempre, que nos haga ser mejores seres humanos.
¡ QUÉDESE EN CASA ¡
Foto. Crédito a quien corresponda.
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