Alfonso Meza y Carmona.
Comentábamos en familia eso de la cuarentena que no es otra cosa que el aislamiento social que a muchos está pesando ya que se está habituado a salir a las calles, en la actualidad la necesidad obliga a permanecer en casa, hay quienes pueden hacerlo, otros aunque quisieran, no pueden, su actividad es primordial, se entiende.
Nos preguntábamos también como sería la vida en las prisiones, de lo que está pasando en los centros carcelarios donde la vida ya de por si es muy dura ya que las condiciones de hacinamiento que se vive en las cárceles es dramático pero esto del virus, vino a endurecer la situación en esos centros penitenciarios, bien se dice que el verdadero infierno existe, ahí la muestra, un tema del que seguramente usted tiene su propia percepción.
Vivir confinado es algo terrible, imagínese a aquellos prisioneros que viven en espacios reducidos donde disfrutan de un par de horas para salir de sus espacios, todo un calvario en vida.
El comentario viene por lo que estamos viviendo millones de personas en el mundo, con la salvedad que estamos resguardados en casita, donde se disfruta de la comodidad del hogar, de la familia, donde se tiene alimento etc. hay que ser empático con cientos millones de personas que no pueden decir los mismo, personas que se ven obligadas a salir a las calles a buscar el sustento o a realizar actividades prioritarias, seres humanos como usted y yo que enfrentarán un grave problema humanitario, esos semejantes pasarán momentos críticos.
Valoremos lo que tenemos y entendamos la grave situación por la que estamos atravesando, algo que no nunca habíamos visto que definitivamente cambiará la vida en el mundo y que nos demuestra la fragilidad de ser humano.
No omitimos mencionar que llega un periodo de “asueto” por así decirlo, si usted puede, no viaje, quédese en casa, cuídese y cuide a los suyos, piénselo.
Seamos muy responsables en todo esto.
Foto. Crédito a quien corresponda.
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