Alfonso Meza y Carmona.
Si usted es padre de algún pequeño, se dará cuenta de lo afortunado que es pero también de la enorme responsabilidad que tiene enfrente, un niño lo es todo.
Los niños, esos pequeños traviesos que alegran la vida de sus familias, niños que en su bendita inocencia todavía no comprenden la maldad del mundo ni mucho menos saben de penurias ni enfermedades, mucho menos del Covid-19, ellos viven en un mundo especial, su mundo, el mundo ideal.
En este entorno actual, los pequeños ven cosas raras, el actuar de su padres que tratan de protegerlos hasta lo imposible, aún no les queda claro las poderosas razones que los obliga a no ir a su escuela, no jugar con sus amigos ni convivir con ellos, no salir a la calle, pareciera que la situación actual les está quitando un valioso tiempo a esa maravillosa infancia, un niño es eso, debemos tratar que vivan su tiempo a lo máximo.
Quienes ya estamos en el otoño de nuestras vidas, jamás pasamos por algo así, nuestra preocupación era salir a jugar con los amigos, ir a la escuela, teníamos plena libertad de hacer cosas, de brincar libremente, de ir al rio a la “nadada” o ir a las fincas a comer naranjas u otra fruta, de jugar a las escondidas, gozamos de una niñez inigualable, naturalmente, eran otras épocas.
Hoy el panorama es diferente, vemos a infinidad de niños que son llevados a sus escuelas, los van a traer, los juegos en las calles son historia, el destino de nuestros niños es estar en casa resguardados y haciéndose muchas de las veces dependientes de la tecnología.
En esta contingencia observamos a sus padres esforzarse por hacerlos cumplir con sus tareas pero como todo niño, se cansan del encierro, añoran su libertad, su espacio en la escuela, extrañan a su maestros y compañeritos, como hacer que entiendan que no son buenos tiempos, pregunta muy difícil de responder.
Ver esos niños en una cuarentena obligada es muy triste pero bien vale la pena tenerlos sanos, eso si, cometiendo sus múltiples travesuras, al fin niños, son el alma del hogar.
No todo es permanente ya tendrán oportunidad de correr, brincar, jugar, hacer todo aquello que les guste, por hoy son días difíciles, algún día lo entenderán, en tanto los adultos buscamos las respuestas y soluciones, ojalá lleguen pronto, por ahora disfrútelos.
Foto: Tomada del Diario el País.
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