Alfonso Meza y Carmona.
La medida de la SEP de adelantar el periodo vacacional a escuelas, fue un detonante para que hasta la fecha, sea la medida más contundente del gobierno federal para aminorar el Covid-19, y es que no se puede mostrar debilidad ante un hecho como el de este virus que se ha esparcido por el planeta, medida bien aceptada por la población.
Eso bastó y vemos como gobiernos estatales y municipales, iniciarán con la suspensión y reprogramación de diversos eventos, seguramente vendrán otros, dependiendo del avance del virus.
Lo que no se entiende es por ejemplo que en la CDMX y otras entidades sea hasta el día 23 de este mes cuando se tomen otras medidas, se pueden hacer desde ya. El tiempo no perdona, el virus menos.
Es obvio que una medida así traerá consecuencias, daños colaterales, pero se intenta a hacer un esfuerzo para proteger a la población.
Desde luego que la inactividad en escuelas tendrá un efecto negativo para taxistas, comercios, papelerías etc. otros efectos colaterales por la presencia del virus será para prestadores de servicio, restauranteros, a la industria del turismo, a la gente de a pie como son vendedores de todo tipo de mercancías, al señor que vende nieve, al paletero, al de las verduras, en fin, a un sinnúmero de personas a quienes desafortunadamente afectará, siempre será la clase más humilde la que resienta mucho daño.
Deseamos que para la Semana Santa, la contingencia ya haya disminuido y la vida tienda a normalizarse.
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Foto: Crédito a quien corresponda.
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